AUDITORIA ENERGÉTICA

Mediante Real Decreto 56 de 2016, de 12 de febrero, por el que se traspone la Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo, se exige a aquellas empresas que ocupen al menos a 250 personas como las que, aun sin cumplir dicho requisito, tengan un volumen de negocio que exceda de 50 millones de euros y , a la par, un balance general que exceda de 43 millones de euros, que se sometan a una auditoría energética cada cuatro años de manera que cubra , al menos, el 85 % del consumo total de energía final del conjunto de las instalaciones ubicadas en el territorio nacional.

La auditoría consiste en un procedimiento sistemático destinado a obtener conocimientos adecuados del perfil de consumo de energía existente de un edificio o grupo de edificios, de una instalación u operación industrial o comercial, o de un servicio privado o público, así como para determinar y cuantificar las posibilidades de ahorro de energía a un coste eficiente e informar al respecto. En el caso del transporte, la auditoría energética sólo se referirá al transporte vinculado a la actividad de la empresa.

El objetivo de la auditoría es disminuir el consumo energético de la industria, analizando los factores y las causas que merman el rendimiento de los diversos subsistemas energéticos que la componen.  Para ello realizaremos un  análisis detallado de la industria, su proceso productivo y el uso global de la energía.

El resultado serán medidas de ahorro energético encaminadas a disminuir el consumo.

La auditoría energética se atendrá a las siguientes directrices:

  1. Deberán basarse en datos operativos actualizados, medidos y verificables, de consumo de energía y, en el caso de la electricidad, de perfiles de carga siempre que se disponga de ellos.
  2. Abarcarán un examen pormenorizado del perfil de consumo de energía de los edificios o grupos de edificios, de una instalación u operación industrial o comercial, o de un servicio privado o público, con inclusión del transporte dentro de las instalaciones o, en su caso, flotas de vehículos.
  3. Se fundamentarán, siempre que sea posible en criterios de rentabilidad en el análisis del coste del ciclo de vida, antes que en periodos simples de amortización, a fin de tener en cuenta el ahorro a largo plazo, los valores residuales de las inversiones a largo plazo y las tasas de descuento.

Deberán ser proporcionadas y suficientemente representativas para que se pueda trazar una imagen fiable del rendimiento energético global, y se puedan determinar de manera fiable las oportunidades de mejora más significativa.

En la auditoría energética se reflejarán los cálculos detallados y validados para las medidas propuestas, facilitando así una información clara sobre el potencial de ahorro. La empresa debe conservar la auditoría energética en vigor y ponerla a disposición de las autoridades competentes para inspección o cualquier otro requerimiento.

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Mediante Real Decreto 56 de 2016, de 12 de febrero, por el que se traspone la Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo, se exige a aquellas empresas que ocupen al menos a 250 personas como las que, aun sin cumplir dicho requisito, tengan un volumen de negocio que exceda de 50 millones de euros y , a la par, un balance general que exceda de 43 millones de euros, que se sometan a una auditoría energética cada cuatro años de manera que cubra , al menos, el 85 % del consumo total de energía final del conjunto de las instalaciones ubicadas en el territorio nacional.

La auditoría consiste en un procedimiento sistemático destinado a obtener conocimientos adecuados del perfil de consumo de energía existente de un edificio o grupo de edificios, de una instalación u operación industrial o comercial, o de un servicio privado o público, así como para determinar y cuantificar las posibilidades de ahorro de energía a un coste eficiente e informar al respecto. En el caso del transporte, la auditoría energética sólo se referirá al transporte vinculado a la actividad de la empresa.

El objetivo de la auditoría es disminuir el consumo energético de la industria, analizando los factores y las causas que merman el rendimiento de los diversos subsistemas energéticos que la componen.  Para ello realizaremos un  análisis detallado de la industria, su proceso productivo y el uso global de la energía.

El resultado serán medidas de ahorro energético encaminadas a disminuir el consumo.

La auditoría energética se atendrá a las siguientes directrices:

  1. Deberán basarse en datos operativos actualizados, medidos y verificables, de consumo de energía y, en el caso de la electricidad, de perfiles de carga siempre que se disponga de ellos.
  2. Abarcarán un examen pormenorizado del perfil de consumo de energía de los edificios o grupos de edificios, de una instalación u operación industrial o comercial, o de un servicio privado o público, con inclusión del transporte dentro de las instalaciones o, en su caso, flotas de vehículos.
  3. Se fundamentarán, siempre que sea posible en criterios de rentabilidad en el análisis del coste del ciclo de vida, antes que en periodos simples de amortización, a fin de tener en cuenta el ahorro a largo plazo, los valores residuales de las inversiones a largo plazo y las tasas de descuento.

Deberán ser proporcionadas y suficientemente representativas para que se pueda trazar una imagen fiable del rendimiento energético global, y se puedan determinar de manera fiable las oportunidades de mejora más significativa.

En la auditoría energética se reflejarán los cálculos detallados y validados para las medidas propuestas, facilitando así una información clara sobre el potencial de ahorro. La empresa debe conservar la auditoría energética en vigor y ponerla a disposición de las autoridades competentes para inspección o cualquier otro requerimiento.

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SISTEMA DE GESTIÓN ENERGÉTICA

La mejora de la eficiencia energética es la manera más rentable y rápida de reducir la dependencia energética de la UE, disminuyendo, al mismo tiempo, la factura energética elevada de los usuarios finales y creando empleos y generando crecimiento para las economías locales.

Los estudios indican que la mejora de la eficiencia energética reduce los costes y beneficia tanto a la industria como a los ciudadanos.

El concepto de desempeño energético incluye el uso de la energía, la eficiencia energética y el consumo energético. Por lo que la organización puede elegir entre un amplio rango de actividades de desempeño

Por ejemplo, la organización puede llevar a cabo el seguimiento de su desempeño energético mediante el análisis comparado con las respectivas líneas base de:

  1. La mejora de su pico de demanda (desplazamiento del pico de demanda) (USO DE LA ENERGÍA). Tendrá impacto en factura y red.
  2. Utilizar el excedente de energía o la energía desperdiciada (CONSUMO DE ENERGÍA). Tendrá impacto en el cómputo global por sistemas.
  3. Mejorar las operaciones de sus sistemas, sus procesos o su equipamiento (MEJORA DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA DE LAS INSTALACIONES). La mayor parte de los IDEns son de eficiencia de equipos/instalaciones

Propuestas de mejora

  • Costes / tarifa suministros
  • Mejoras tecnológicas. I+D+i
  • Modificación de los patrones de consumo. PLANIFICACIÓN
  • Mejoras de hábitos / Control operacional. OPERACIÓN
  • Mejoras de procesos. DISEÑO CON BUEN RENDIMIENTO. INGENIERÍA
  • Mantenimiento instalaciones. MANTENER RENDIMIENTO
  • Control de consumos/ variables de proceso. PLAN DE MEDIDA

Verificación

La información que se derive de esta actividad de control, unido a la información originada por las mediciones asociadas, constituye el conjunto de registros específicamente energéticos cuyo análisis permite justificar objetivos de mejora tales como la instalación de nuevos equipos que mejoren la eficiencia energética, o el desarrollo de prácticas de trabajo más eficientes desde el punto de vista energético. Se debe definir e implementar un plan de medida.

Control de la Operación

  • Los sistemas de gestión de las Industrias/Edificios suelen consistir en un sistema de control automático SCADA (Supervisory Control And Data Adquisition), para la parte correspondiente al procesado de datos.
  • Estos sistemas se utilizan principalmente para la gestión de los sistemas de climatización, y también se supervisan y controlan otros sistemas como son iluminación, SAI’s, sistemas electromecánicos.

NORMA ISO 50001

Con motivo de los 5 primeros años de vida de esta Norma, ISO ha hecho balance de su implantación en el mundo, concluyendo que durante este período ha conseguido generar a las organizaciones un ahorro sistemático de entre el 5% y el 30% del coste energético actual, derivado de la reducción del consumo de energía. Desde su aparición, la ISO 50001 ha contado con el respaldo de las organizaciones y países como un sólido apoyo para avanzar hacia un futuro de energía sostenible. Por ejemplo, el Gobierno de Alemania tiene un plan de incentivos fiscales para animar a las empresas a certificarse. Además, la Conferencia Ministerial de Energía Limpia (CEM) —el foro mundial para avanzar en la energía limpia que agrupa a 24 países y la Unión Europea, responsables del 75% de las emisiones mundiales— ha puesto en marcha una iniciativa para lograr hasta “50.001” certificados conforme a esta Norma antes de 2020.

 

 

 

NORMA ISO50001:2011 – LÍNEA BASE

Premisas:

  • Tomar como base un determinado periodo de tiempo y analizar el grado de representatividad del mismo. Por ejemplo: Tomar un año de funcionamiento representativo del patrón normal de las instalaciones, que será nuestro patrón de comparación).
  • Hay sistemas / procesos que pueden presentar una clara influencia estacional y de producción.
  • Hay sistemas / procesos que presentan un comportamiento de consumo estructural, con régimen de funcionamiento constante (independientemente de la producción u otras variables)